sábado, 22 de enero de 2022

LA QUIMERA RECOMIENDA: ATELIER OF WITCH HAT

Es difícil resistir la tentación del clásico chiste y decir que hace un año hice mi última entrada en el blog, pero ni modo, ya no hay vuelta atrás. Además, creo que decir eso me pesa más que nunca, como si en serio hubiera una distancia temporal de 365 días desde la última vez que nos leímos.  Por ahí leí que estos últimos dos años se han sentido como 1,000 años que pasaron en 10 segundos. Es muy curioso que, si te dicen que te remontes a dos años atrás, es probable que pienses en 2018.

Pero bueno, así como cada vida es diferente, cada persona concluye un año y comienza otro de manera diferente, y esto es casi una ley de la vida.

Algunos lo terminan de manera cálida en compañía con sus seres queridos, otros sufren debido a circunstancias más allá de su control que parecieron ponerse de acuerdo a último minuto, y también hay personas que no pueden evitar sentir cierta melancolía e incertidumbre muy en el fondo, sin importar si tuvieron un buen o mal cierre.

Aquí lo que quisiera de todo corazón es que seas capaz de mirar este nuevo año con optimismo, sin importar qué vino antes, y especialmente que tengas y sientas en tu vida el apoyo necesario para que así sea.

Por eso mismo, hoy deseo hacer mi parte y recomendarte un manga muy especial, que estoy seguro que hará más vibrantes los colores de tu vida si le das la oportunidad, así como lo hizo por mí.

Hoy he venido a hablarte de Atelier Of Witch Hat.

© Editorial Panini y Kamome Shirahama

Desde que uno mira un tomo cualquiera de Atelier en las estanterías podemos darnos cuenta que estamos frente a algo de calidad muy inusual, algo muy especial. Cada portada destaca entre la multitud por muchísimas razones: Su diseño de mosaico/carta de tarot, los finísimos detalles de cada línea que compone al personaje que adorna la imagen, la calidez que desprende cada fondo, etcétera, etcétera.

Yo tengo un trabajo fenomenal, incluso envidiable para muchos. Uno de los múltiples beneficios es que puedo leer manga en mis tiempos libres, y contaría como estarme documentando.  Menciono esto porque inicialmente tomé una copia del primer tomo de Atelier por algo muy parecido a una curiosidad infantil. Algo oculto en su portada y contraportada llamaba al fondo de mi alma, diciéndome:

Brother, quítame la bolsita y acompáñame en un viaje que hará que creas en la magia de lo cotidiano, que recuperes tus ganas de conocer el mundo que te rodea”.

Obviamente al principio no le creí, digo, ¿Cómo me va a estar hablando un manga? Y segundo, ¿En serio podría ser así de especial?

Justamente por esas fechas estaba atravesando una etapa de mi vida bastante turbulenta emocionalmente, y estaba comenzando a ver tintes grises en todo lo que me rodeaba, así que cuando decidí aceptar la invitación, bastó leer diez páginas para hacerme decir “No se diga más, llévame a donde quieras mi rey” y comprar los primeros dos tomos. Y en efecto, fue una de las mejores decisiones que he tomado en los últimos meses.

Hoy voy a hablar exclusivamente del primer volumen, principalmente para mantener los spoilers en un mínimo, y además porque es el que más veces he releído. Son demasiadas las cosas que me fascinaron de este título, pero las voy a agrupar en dos aspectos principales: Historia y Dibujo.

© Kamome Shirahama

Lo que acabas de ver es nada más y nada menos que una parte de la bienvenida que te da el primer tomo, y aunque aquí en México esté impresa en blanco y negro, no disminuye en lo más mínimo su belleza y su detalle. De hecho, y en mi no tan humilde opinión, en blanco y negro resalta más la delicadeza tras cada línea que lo compone, y se sigue conservando la intención de ilustrar cómo, poco a poco, un mundo mágico se forma y adquiere color a partir de la pluma de la autora (creo que es una genial metáfora de cómo al crear arte estamos creando magia a nuestra manera, además de ser un spoiler sin contexto. +10).

La razón por la que jamás me cansaré de leer este manga una y otra vez, es por su arte. Es un verdadero placer para la pupila pasar la mirada de un panel tras otro; en ningún momento baja la calidad de dibujo, y hasta se podría OLER el amor y cuidado con el que se hizo cada capítulo. Incluso si uno se fija en las cosas que pasan en segundo plano, todo tiene un nivel de detalle que casi parece una novela gráfica ambientada en la época del Renacimiento.

Pilares de humo, círculos de magia, reflejos en el agua, corrientes de aire y demás minuciosidades son retratadas de una manera bellísima, y en lo particular valoro también lo constante que es el manejo de los detallitos de cada personaje, como los pequeños rizos en el cabello de cierta niña, que un lente de un par de anteojos de cierto mago sea siempre más oscuro que otro (por ciertas razones que se explican mucho después), el cuidado con el que se dibujan las manos y las expresiones faciales, y la lista es interminable.

© Kamome Shirahama

© Kamome Shirahama

© Kamome Shirahama

Todos hemos visto o leído una obra de ficción fantástica en algún punto de nuestras vidas; Harry Potter, Little Witch Academia, el Archivo de las Tormentas, entre miles de opciones más. Cada una con su propio “sistema de magia” bien establecido, con sus propios detalles, poderes y limitaciones. Puede que entre sí no tengan casi nada en común salvo el hecho de que giran en torno a, obviamente, la magia, pero toda buena historia de fantasía mágica se caracteriza por ser capaz de hacer volar nuestra imaginación, y maravillarnos con mundos repletos de lugares, criaturas y personajes que jamás veríamos en nuestra vida.

Es inevitable hacer comparaciones con Harry Potter, específicamente, al ambas tratarse de niños que inesperadamente se dan cuenta que hay un mundo mágico del cual desconocían su existencia, y del cual son casi forzados a formar parte por circunstancias del destino. Lo bonito de ambas historias es que somos introducidos al sistema de magia correspondiente al mismo tiempo que sus protagonistas, y los vemos crecer en el camino como personas y como magos.

Sin embargo, Atelier brilla por sí mismo, no sólo destacando entre el resto de mangas por el nivel de dedicación a su arte, sino entre todas las historias de fantasía mágica. ¿Por qué? Explicaré mi perspectiva muy personal al terminar.

EN CONCLUSIÓN:

Vivimos tiempos a veces difíciles, a veces tristes, pero siempre raros. Hoy más que nunca es común sentirse abrumado, encerrado o de plano derrotado por las trabas y limitaciones que la vida pone en nuestro camino casi cada día. Hoy más que nunca deseamos viajar, conocer, conectar, hacer cosas nuevas y sentirnos vivos.

Para mí, Atelier of Witch Hat fue la bocanada de aire fresco más profunda que tuve en todo 2021, junto con otras tres o máximo cuatro obras de diferentes medios. No es que todo lo que presente sean cosas que nunca se hayan visto antes, su brillo está en que la autora es capaz de lograr que todo nos haga sentir el mismo amor que Coco siente por la magia, y brindarnos una confianza casi ciega de que cualquier rumbo que decida tomar la historia, será el correcto. Ni hablar de la excelente caracterización de los personajes, ni de lo elaborado que pinta para ser el worldbuilding.

Atelier me recordó que existe magia en todo lo que nos rodea, es simplemente cuestión de observar y revalorar todo lo que en su momento nos hizo sentir agradecidos y ahora damos por sentado, o de tomarnos un tiempo para observar con detalle y curiosidad los paisajes que vemos todos los días. Y que siempre debemos estar abiertos a que existe la promesa de que llegará algo nuevo que sacudirá nuestras vidas, en cualquier día y en cualquier momento.

Si un día de éstos sientes cierta necesidad de correr, de conocer, o de volar incluso, te invito cordialmente a que adquieras y leas el primer tomo, y confío casi ciegamente en que Atelier hará que te olvides de las mortificaciones diarias al menos por un momento, y te ayudará a reemplazarlas por el gusto de encontrarle la magia a lo cotidiano.

La Quimera, cómics y mangas
Vive la Fantasía


"Misutzune"
TEAM LA QUIMERA